Los recuerdos Como Herramienta de Marketing

Los sentidos pueden evocar de forma muy clara y emotiva recuerdos de nuestro pasado, liberando emociones positivas, como el placer o la felicidad, o negativas, como miedo o rabia. Una canción puede recordarnos a un momento especial con una persona o a un viaje con amigos, o lugares donde hemos estado (tiendas, restaurantes) de una manera tan clara como si estuvieras de nuevo en ese momento.

¿Como los sentidos pueden evocar recuerdos?

De los cinco sentidos, el olfato es uno de los más potentes a la hora de evocar recuerdos, un simple olor, puede desencadenar un sin número de sentimientos. Por ejemplo, el olor a café y un perfume disparan nuestra imaginación y son capaces de transportarnos a otros lugares y momentos.

Los recuerdos huelen

El olfato es el sentido responsable de nuestra memoria. A su vez está conectado al centro emotivo del cerebro, el resto de los sentidos (la vista, la vista, el gusto o el tacto) tienen que recorrer un largo camino para alcanzar las partes del cerebro encargadas de la memoria y de las emociones.

Por lo tanto, es la propia estructura de nuestro cuerpo y de nuestro cerebro la responsable de que un olor nos despierte recuerdos muy vivos y sea capaz de reproducir sensaciones que contienen esa mezcla de sensibilidad,

Un estudio realizado demostró que las personas recuerdan el 35% de lo que huelen y sólo el 5% de lo que ven. En el estudio participaron 1.000 personas de ambos sexos entre 25 y 45 años y se llegó a la conclusión de que la memoria es capaz de percibir hasta 10.000 aromas distintos, pero sólo es capaz de reconocer 200 olores.

La vista y los recuerdos

Los recuerdos son una imagen o conjunto de acciones que se almacenan en la memoria como aviso de algo vivido en el pasado que ha marcado de alguna forma a la persona.

Queremos decir que se diferencia de las demás vivencias porque cuenta con un componente adicional, ya sea olfativo, gustativo, sonoro, táctil o visual, o directamente relacionado con una emoción: Susto, felicidad, tristeza o sorpresa, entre otras.

Los recuerdos son los responsables de la mayoría de las decisiones que toma una persona a lo largo de su vida, aunque existen casos aislados donde la decisión se toma por necesidad de cambio, los consumidores se basan en el recuerdo para seleccionar qué debe o no continuar siendo parte de sus vidas.

 

Siendo de esta forma el comportamiento humano, las marcas deben ganarse un puesto en la memoria de los clientes para perdurar en el tiempo, a esto se le llama fidelización.

El gusto y los recuerdos

En cuanto al gusto, cuando comemos el cerebro integra todas las sensaciones con información almacenada en la memoria y busca datos sobre ciertas preparaciones que relacionamos con esas mismas sensaciones, situaciones anteriores u otros alimentos con los que percibimos estímulos similares. Por lo tanto, el gusto puede transformar sensaciones derivadas de los alimentos en recuerdos.

El oído y los recuerdos

Por lo que respecta a los sonidos, todos hemos pensado e incluso hemos llegado a escuchar una determinada banda sonora en algún momento de nuestra vida. Según el profesor de psicología de la Universidad de California “Nuestro día a día carece de banda sonora espontánea, pero muchos de nuestros recuerdos son películas mentales que empiezan a proyectarse en nuestra cabeza cuando escuchamos una pieza musical familiar, que actúa como su banda sonora”.

 

Y esto ¿qué tiene que ver con mi empresa?

Para las empresas es un verdadero reto lograr que sus marcas permanezcan en la mente del consumidor, sobre todo si consideramos la gran cantidad de estímulos a la que estamos expuestos a diario, hasta el punto de llegar a catalogarlo como saturación visual.

Hoy más que nunca también es claro que no “nos tragamos el cuento” con tanta facilidad. Como consumidores tenemos un perfil más selectivo y, por ende, más exigente, de ahí la dificultad de las marcas para que nos identifiquemos con su producto o servicio.

La neurociencia evidencia que las marcas pueden crear un recuerdo de marca y destacarse sobre las demás. Las empresas pueden beneficiarse de que los consumidores otorgamos la misma importancia a todos los recuerdos, pues se almacenan en nuestro cerebro de forma diferente.

3 consejos para que sea una marca con mayor fidelización

  • Una marca social: El cliente potencial suele identificarse con las historias de superación o los personajes reales que hay detrás de la marca, aunque no se relacionen con recuerdos de su propia experiencia. La creación de un recuerdo de marca depende mucho de la capacidad de las marcas para humanizar sus productos o servicios, de acercarlas a la gente y a necesidades reales.

 

  • Una marca que sea reflexiva: La efectividad de esta llamada radica en que el cliente establece una asociación de la marca con su propia experiencia o sus directrices de vida, de esta manera el mensaje se guarda en la memoria que alberga y, más allá de ello, atesora los recuerdos de carácter autorreflexivo.
  • Una marca concreta: El mensaje se asocia a los recuerdos que dictan “cómo debo hacerlo”. Una vez la atención del consumidor trasciende a la acción, sin duda habrá memorizado el proceso, en la medida que le resulta útil o beneficioso, por eso hay tantas campañas que enfatizan la enseñanza de rutinas, hábitos, comparaciones entre un proceso antiguo y uno actual.

A grandes rasgos queremos que entiendas la importancia de crear experiencias significativas en el consumidor, él te va a agradecer el papel de ponerse en sus zapatos para hacerlo sentir muchísimas emociones en los procesos de tu marca, y tu agradecerás que ese cliente tenga recuerdos positivos vividos desde los servicios o productos que ofreces. Los recuerdos son fidelización. 

 

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